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Mauricio Herrera U.
mherrera@nacion.com
Redactor de La Nación

En un final inédito en la historia electoral, al concluir hoy la campaña es difícil imaginar quién será el próximo presidente de Costa Rica.

Una encuesta de la firma Unimer para La Nación revela que, a solo tres días de las votaciones, existe una alta probabilidad de que el país deba ir a una segunda ronda, el domingo 7 de abril. Además, los datos no permiten suponer con suficiente base cuáles de los tres principales candidatos podrían enfrentarse si se diera esa posibilidad.

En el estudio, el aspirante del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), Abel Pacheco, está a la cabeza, pero bajó con respecto a la encuesta anterior y no tiene votos proyectados suficientes como para alcanzar el mínimo del 40 por ciento.

Le siguen, técnicamente empatados, Rolando Araya y Ottón Solís. El primero muestra un repunte con respecto al estudio previo (realizado entre el 8 y 11 de enero y publicado el 14), mientras que Solís se mantiene estable.

Para realizar el estudio, Unimer entrevistó personalmente, en todo el país, a 1.204 adultos costarricenses, entre el miércoles 23 y el pasado lunes 28 de enero. Los encuestadores no recolectaron información el sábado por la tarde ni el domingo.

El margen de error correspondiente al total de la muestra es de 2,8 puntos porcentuales hacia arriba o hacia abajo de los datos reportados.

 

Votación simulada

Pacheco recibió el 33,5 por ciento de los votos válidos entre los encuestados "probablemente o totalmente" decididos a votar que participaron en una simulación de los comicios.

Araya obtuvo el 29,7 por ciento de los sufragios y Solís el 28,4 por ciento.

Los resultados en un ejercicio similar hecho durante la encuesta anterior fueron 37,4 por ciento para Pacheco, 30,2 para Solís y 24,2 para Araya.

Otto Guevara, del Movimiento Libertario, captó el 4,2 por ciento en la actual encuesta (5,5 antes) y los 9 candidatos restantes reunieron el apoyo del 4,2 por ciento de los entrevistados (2,7 por ciento en la anterior).

Unimer considera que el dato de la votación simulada entre los encuestados "probablemente o totalmente" decididos a votar es el que más podría aproximarse al resultado final de las elecciones pues excluye a los posibles abstencionistas y a quienes anularían el voto o votarían en blanco. Además, se acerca más al ambiente en que se emitiría el sufragio en los próximos comicios.

La encuesta, sin embargo, no tiene el propósito de predecir resultados, sino de mostrar las intenciones de los electores en el momento de realizarse.

Tomando en cuenta que el margen de error para la "votación" entre los decididos sube a 3,2 puntos porcentuales, la votación definitiva para Pacheco podría oscilar entre 30,4 y 36,7 por ciento, Araya estaría entre 26,5 y 32,8 por ciento y Solís entre 25,2 y 31,6 por ciento.

Esto implica que hay un virtual empate entre Araya y Solís y una ventaja poco significativa para Pacheco.

Incluso, los máximos posibles de Araya y Solís llegan al mínimo posible de Pacheco, por lo cual ni siquiera es técnicamente factible suponer, fuera de toda duda, que el candidato del PUSC será el triunfador de la votación del domingo.

Pacheco sí muestra una gran mayoría al preguntar a los entrevistados quién cree que ganará los comicios. Un 53,8 por ciento dijo que será él; 19,8 por ciento que Araya y 11,3 por ciento atribuye el triunfo a Solís. El 14 por ciento dijo no saber o no respondió.

 

Cuestionario y simulación

En la investigación, Unimer utilizó dos métodos para conocer las opiniones de los encuestados.

En primer lugar, los entrevistados respondieron a un cuestionario y recibieron una tarjeta con los nombres de los 13 candidatos cuando se les consultó por cuál de ellos votarían si las elecciones "fueran este domingo".

Después, los encuestadores entregaron a los entrevistados una papeleta, idéntica a la que será usada el domingo, para que marcaran en secreto el candidato de su preferencia y la depositaran en una urna.

Los resultados de ambas modalidades (verbal y simulada) son casi idénticos, tanto cuando se refieren al total de la muestra como a subgrupos de esta, como el de "votos válidos" emitidos o manifestados por los decididos a votar.

 

Muestra total

En las respuestas verbales al cuestionario, el 26,7 por ciento de todos los encuestados (muestra total) favoreció a Pacheco, el 22,8 a Ottón Solís y el 22,7 a Rolando Araya. Guevara recibió el 3,6 por ciento y otros aspirantes el 3,3.

En comparación con el estudio anterior de Unimer, Pacheco descendió 3,3 puntos porcentuales, Araya subió 2,7 puntos, Solís se mantuvo estático y Guevara bajó 2,8 puntos.

En esa muestra total, 11,7 por ciento de los entrevistados se declaró indeciso, no respondió o no sabía (9,5 hace dos semanas), 5,7 por ciento dijo que del todo no votará (3,6 en la anterior), 0,3 por ciento anulará la papeleta o la dejará en blanco (0,6 antes) y 2,6 por ciento no apoyará a nadie (4,7 en el pasado estudio).

Al tomar en cuenta solo a quienes dicen estar "probablemente o totalmente" decididos a votar, y excluir indecisos, indefinidos o abstencionistas, 32,6 por ciento se inclina por Pacheco (37,8 en la encuesta previa) 29,8 por Solís (28,4 antes) y 29,4 por Araya (24,2 antes).

Estos datos son prácticamente iguales a los del mismo grupo en la votación simulada.

 

Voto secreto

En la simulación del voto, dentro de la muestra total, Pacheco obtuvo el 29,6 por ciento de los sufragios, Araya el 24,9 por ciento y Solís el 23,9 por ciento.

El 10,6 por ciento de los encuestados no quiso participar en el ejercicio, el 3,8 por ciento votó por Guevara y el 3,9 por otros candidatos. El 3,4 por ciento anuló el voto, lo hicieron en blanco o no respaldó a ninguno.

Comparado con un ejercicio idéntico efectuado hace dos semanas, Pacheco descendió 3,5 puntos, Solís bajó 2,5 y Araya creció 3 puntos.


Otros frentes

A pesar de su relativa brevedad, la encuesta de Unimer ofreció otra serie de datos de interés. Algunos son los siguientes:

Contrario a las elecciones de 1998, cuando el abstencionismo superó ligeramente el 30 por ciento del padrón, en las actuales se prevé un regreso a la tendencia histórica, que ha oscilado entre el 18 y el 20 por ciento.

El "escenario" más factible que surge de esta encuesta es de un 19,7 por ciento de abstencionismo. Al considerar el margen de error, la cifra final se ubicaría entre el 16,9 y el 22,5 por ciento.

 

Entusiasmo

Un 57,7 de los entrevistados dijo estar poco o nada entusiasmados con el proceso electoral. No hay diferencias importantes con respecto a la anterior encuesta de Unimer, publicada el 14 de enero.

 

Decisión de voto

Un 63,2 por ciento está totalmente decidido a votar; 21,3 lo considera "posible", 6,9 por ciento cree que no irá a votar, y un 7,7 "definitivamente" no lo hará.

Los más entusiastas pertenecen a estas categorías: nivel socioeconómico medio alto y alto, residentes en el área metropolitana, con educación universitaria, simpatizantes del PAC y votantes en 1998.

 

Cuándo dijo sí

Del total de la muestra, un 44,3 por ciento decidió por cuál candidato votar hace un año; 18,4 hace menos de un año y más de tres meses; 15,7 por ciento hace más de un mes, pero menos de tres, y 16,3 hace menos de un mes.

Entre los nuevos votantes el 54,1 por ciento decidió su voto hace menos de tres meses.

 

Partido y candidato

Para el 67,4 por ciento el candidato es más importante que el partido a la hora de decidir el voto. Para el 23,5 es el partido.

Hace cuatro años, al encuestar a 703 votantes a la salida de las urnas, un 43,7 por ciento dijo que lo más importante para decidirse había sido el partido y un 49,7 mencionó al candidato.

 

Positivo y negativo

Al restar el porcentaje de opiniones negativas a las positivas manifestadas hacia los candidatos presidenciales, Ottón Solís es el que obtiene el mejor saldo: 37,4 por ciento; sin embargo, baja significativamente con respecto a la encuesta anterior, en la cual tenía 44,7
por ciento.

Otros balances (con el anterior entre paréntesis) son
los siguientes: Abel Pacheco, 29,6 por ciento (32,7); Otto Guevara 17,7 por ciento (20,6); Rolando Araya 1,2 por ciento (0,5).


Una cuidadosa metodología

Una muestra de 1.204 votantes, seleccionada según los más rigurosos criterios estadísticos. Un cuestionario claro y previamente probado, para garantizar su comprensión. Una votación simulada, para reproducir con la mayor fidelidad posible el ejercicio del 3 de febrero. Y una cuidadosa supervisión de todas las etapas de la investigación.

Todos estos pasos formaron parte de los cuidados tomados por la empresa Unimer-Research International, para minimizar las posibilidades de error de la encuesta, hecha con carácter exclusivo para La Nación.

El margen de error de los datos correspondientes a la muestra general es de 2,8 por ciento, con un nivel de confianza de 95.

Esto quiere decir que existe un 95 por ciento de probabilidades de que los resultados no suban ni bajen más de 2,8 puntos porcentuales con respecto a los que se habrían obtenido si se hubiera entrevistado a todos los votantes del país.

El estudio se realizó del miércoles 23 al lunes 28 de enero en todo el territorio nacional, con entrevistas personales. Sin embargo, se hizo un receso el sábado a partir de las 11 a. m. y todo el domingo, debido a las concentraciones de los partidos Acción Ciudadana (PAC) y de Liberación Nacional (PLN).

 

Características

La distribución de la muestra, según ciertas características esenciales de la población, fue la siguiente (toda en porcentajes):

Residencia: área metropolitana, un 26,7; resto del Valle Central urbano, un 13,4; resto del Valle rural, un 24,8; resto del país urbano, 9,3; resto del país rural, 25,8.

Educación: universitaria (completa o no), 19,1; secundaria, 32,6; primaria, 46,2; sin ninguna educación o no respondió, 2,1.

Nivel socioeconómico: medio bajo y bajo, 43; medio medio, 43; medio alto y alto, 14.

Edad: de 18 a 24 años, 19; de 25 a 29 años, 13; de 30 a 39 años, 25; de 40 a 49 años, 19; de 50 y más, 24.


Pacheco mejor en otra encuesta

Una encuesta de la empresa Demoscopía, publicada ayer por el diario Al Día, muestra tendencias similares a la de Unimer-La Nación, pero con una ventaja mayor para Abel Pacheco.

Entre las personas decididas a votar, Pacheco obtiene 37,8 por ciento de las preferencias; Rolando Araya, 29; Ottón Solís, 27,2; Otto Guevara, 3,3, y los demás, en conjunto, 2,3 por ciento.

Para el total de la muestra, las intenciones de voto se distribuyen de la siguiente manera: Pacheco, 27,9 por ciento; Araya, 21,5; Solís, 20,1, Guevara, 2,4; otros, 2,1; indecisos, 17,1, y no votarán, 8,9 por ciento.

El trabajo de Demoscopía se realizó del domingo 20 al sábado 26 de enero; es decir, antes de la concentración de fuerza del Partido Liberación Nacional del domingo. El de Unimer, del pasado miércoles 23 al lunes 28.

En otra encuesta publicada por Al Día el 16 de enero, Pacheco tenía un 34,5 por ciento de intenciones entre los decididos a votar, lo cual implica que en la actual subió 3,3 puntos porcentuales. Araya muestra una baja de 1,6 puntos y Solís de 0,2. Estas dos diferencias están dentro del margen de error y, por tanto, no pueden ser consideradas significativas.


Asamblea con gran división

El quiebre del voto sería una de las principales características de los comicios del domingo y la fragmentación de la Asamblea Legislativa su principal resultado, según la encuesta de Unimer.

Ante la pregunta: "Si las elecciones fueran hoy, ¿por cuál partido votaría para diputados?", el 18,7 por ciento de los costarricenses apoyaría a Liberación Nacional (PLN), el 17,8 por ciento a la Unidad Social Cristiana (PUSC), el 14,6 por ciento a Acción Ciudadana (PAC) y el 10,3 por ciento al Movimiento Libertario.

En comparación con la misma pregunta hace dos semanas, el PLN permanece estático; el PUSC cae 4,4 puntos, el PAC disminuye 1,3 puntos y el Movimiento Libertario sube esa misma cantidad. En el caso del PAC y el Libertario estos últimos cambios no son significativos, por estar dentro del margen de error (2,8 puntos).

Tras ellos se ubica Fuerza Democrática, que recibiría 3,2 por ciento de los votos. Otras 12 agrupaciones sumarían 9 por ciento en conjunto.

Entre ellas, la que más votos obtendría es Renovación Costarricense (1,9 por ciento), seguida por Alianza Nacional Cristiana (1,4) e Integración Nacional (1).

El 20 por ciento de todos los encuestados continúa indeciso acerca de su voto legislativo y el 6,8 por ciento manifiesta mantenerse firme en cuanto a su decisión de no votar por ninguna papeleta.

 

Quiebre

Así como ningún partido obtiene una mayoría clara en el voto parlamentario, tampoco ningún candidato presidencial logra una votación uniforme en la elección de legisladores.

Entre quienes apoyan a Abel Pacheco para presidente, solo el 53,8 por ciento aseguró que votará por el PUSC en las listas de diputados.

Araya es el que conseguiría una mayor lealtad parlamentaria. De sus simpatizantes, el 64 por ciento dijo que reiterará su apoyo al PLN en la papeleta legislativa.

El 51 por ciento de los seguidores de Otto Guevara siguen siendo fieles a los diputados libertarios, aunque el 6 por ciento migraría hacia el PLN.

El voto del PAC es el que más se quiebra. Solo el 45,4 por ciento de quienes dicen que votarán por Solís tiene intención de elegir a los diputados de su partido.

El 12,9 por ciento favorecería a los congresistas del Movimiento Libertario, 6 por ciento al PUSC, 5,3 al PLN y 3,5 a Fuerza Democrática.